RAQUEL Y LA POESÍA
Nuestra estancia en Bogotá, además de las preocupaciones en la lingüística, permitió intercambiar puntos de vista en otros campos, como la literatura y sus teorías. Por eso, a boca de jarro, Raquel Pinilla nos preguntó un día: ¿qué entiendes por poesía, Ruperto? Nos pusimos a ensayar la explicación que, como señalan al final los más famosos críticos, siempre será inconclusa e incompleta. Algunos manifestarán, sin preocupación, que la poesía no se explica, se siente. Durante la conversación, asomaron las ideas de Paz, Pound, Eliot y los estructuralistas.
Finalmente, quise dar mi testimonio, con un poema, tal como aparece a continuación.
PALABRAS A MI HERMANA RAQUEL
¿Qué decirte, ahora, en trance de nostalgia?
Tala vez contar las horas andadas por las calles tranquilas.
Tal vez mirar otra vez las verdes lomas del norte.
Tal vez palpar el afán de los barrios marginales.
Y luego,
quedarme otra vez en silencio.
Tú entiendes.
Es posible, a tientas, contar historias
tejidas entre papeles. Noblemente,
hablar de Olga sin perturbarla en el sueño,
de Rosa y su alegría ininterrumpida,
de Blanca, envolviendo de suavidad las cosas,
de Rafael, humano, profundamente humano,
de ti, acumulando ternura.
La vida, Raquel, es un largo camino interminado.
¿Y si me preguntas de la poesía?
Poesía y pueblo, la misma fuerza elaborando siglos:
Poesía y pueblo en aire de bambucos,
poesía ardiendo en los sanjuaneros:
Ojos de muchedumbres.
Es poesía tu pueblo por las veredas:
es poesía, por las grandes avenidas,
es poesía, en libertad engendrada.
La poesía, Raquel querida, es pelea y amargura
de quienes dieron tanto a cambio de sus fatigas.
Y por los días venideros
crecerá poesía entre las multitudes.
Y entonces, Raquel, nos reuniremos
en charla interminable.
ezra pound. octavio paz raquel pinilla